Desde agosto de 2007 que conocí a unas mujeres que estaban denunciando la desaparición de dos de sus hermanas triquis, viendo el dolor en sus ojos, sintiendo la necesidad de ser escuchadas, la imperiosa solicitud de dignificar a la mujer en esa zona comencé a interesarme en Las Triquis, sabía algo de ellas tal vez y tontamente solo lo que probablemente muchos vemos en ellas sus maravillosos vestidos rojos, tan emblemáticos y llamativos para los turistas que visitan Oaxaca.