Todo lo que puede un cuerpo. Su Interior como Potencia. Más que definir el cuerpo por su organicidad y sus músculos lo definimos por sus cualidades intensivas; sus afectos moleculares, mínimos, pequeñas sensaciones y micromovimientos. Un nuevo cuerpo, otro cuerpo por descubrir, otra propiocepción de nuestro cuerpo como un todo-uno contínuo y sin órganos, atravesado de flujos, gradiantes, acumulaciones, precipitaciones. Y de ahí al Espíritu; que habita indemne en nuestro microcosmos, las afecciones de nuestra corporalidad. El interior y el inconsciente en el esquizoanálisis no es lo reprimido-prohibido, ni siquiera es un lugar, en el que haya algo, sino que es la central nuclear de lo íntimo.