El maltrato físico es repudiable, pero el maltrato físico y emocional a un indefenso niño lo es más.
En nuestra sociedad que decimos de ella, desarrollada, el maltrato infantil sigue escandalizando las mesas de redacción de los diarios del mundo. Las heridas del alma hechas en la niñez, son verdaderamente… difíciles de cicatrizar.