Con la reciente crisis inmobiliaria y el aumento de las bancarrotas, los constructores están ajustando sus cinturones. En consecuencia, menos contratistas están yendo a las concesionarias a comprar nuevos equipos como camionetas y en su lugar utilizan las que ya tienen por más tiempo del que acostumbran. En respuesta a la poca demanda por nuevas camionetas, los fabricantes han decidido llevar las concesionarias a los trabajadores.
Como parte del “Hard Day’s Work Tour”, los fabricantes están utilizando las playas de estacionamiento y obras en construcción para instalar sus exhibiciones y mostrar sus nuevas camionetas. Recientemente en Denver, cientos de trabajadores se acercaron a disfrutar de un almuerzo gratuito y la oportunidad de ver los nuevos equipos. Se espera que este tour visite 180 diferentes localidades.