Desde Octubre del 2001 más de un millones y medio de soldados han servido en la guerra contra el terrorismo. En Puerto Rico un 90 por ciento de los 10 mil miembros de la Guardia Nacional han servido en Irak y Afganistán.
Las consecuencias de este conflicto van más allá del número de muertos y heridos. El desempleo y un número elevado de divorcios esta obligando a los padres de estos veteranos ha cuidar de ellos y de sus hijos.
Un estudio reciente de la corporación RAND reveló que cerca de 300 mil veteranos sufren de trastornos de estrés postraumáticos y depresión y otros 300 mil han sufrido lesiones cerebrales y por lo tanto miles de ellos dependen de sus padres para su cuidado.
Estos padres que estaban preparándose para jubilarse y disfrutar de más tiempo libre, tienen ahora la responsabilidad de ayudar a sus hijos y nietos que en muchos casos ocasiona grandes dificultades económicas y emocionales.