El papel donde se escriben los pensamientos, las acciones, los secretos, los deseos… El cuerpo.
Las palabras se depositan cual arrugas en las sábanas después de la noche, marcando una nueva textura en la superficie que acumula vivencias y matices;
esa que muta y pide a gritos volver a su blanco original.
Los recuerdos nos visten el cuerpo,
los pensamientos nos adornan.
¿Qué si intentamos despojarnos de ellos?
(aunque resulte imposible)
A lo mejor el silencio dure unos instantes
y las voces nos den una tregua.