Envueltos en un paseo de perro"s" por una ciudad conglomerada de vidas subordinadas con respecto a sus deseos y manifestaciones contrarias a las de otros, se devela una libertad interdependiente que puede llevar al agotamiento por una rutina cotidiana. Asà la liberación del deseo puede ser interrumpida o no consolidada, lo que nos lleva a ganar esa naturaleza tan propia e Ãntima para dejarnos fluir fuera de preocupaciones, "como el cortar de una correa que nos tira del pescuezo".