Negros ojos, grises de llorar, miran fijo hacia el ancho mar, blancas manos les van a ayudar mientras buscan a quien abrazar, brazos tiernos que habréis de soñar y que cuidan vuestro caminar, verdes ojos de un despertar que se adueñan de mi voluntad, me preguntan si han de callar y yo quiero que hablen sin parar, serán ellos los que digan ya si mi anhelo tendrá que esperar o si quieren recibir sin más los tiernos besos que les pueda dar, y es que yo quiero verles recordar y que sonrían sin parar, quiero verles recordar que me acaricien de verdad, y es que yo quiero verles recordar y que sonrían sin parar, quiero verles recordar que me acaricien de verdad. Ojos tristes que me han de mirar, verdes, amplios como el mismo mar, ya me dicen que se han de marchar y que mis brazos han de abandonar, quiero solo dar una vez más las caricias que nunca tendrán.