No hay mensajes ocultos en mi corazón, no hay verdades a medias que oculten la razón, no hay tiempo que perder ni nada que ganar, estamos solos tú y yo y nadie más. El miedo al abismo, ya no está, tenemos que seguir hasta el final, tus ojos me han de ver tan limpio como el mar, abriéndote mis brazos para amar y en mi cuerpo encontrarás felicidad. La vida sin tu amor de nada servirá, para qué quiero la vida si tú no estás, para qué quiero tus besos si no me has de besar, para que secar tus lágrimas si ya no estás. Si ya no estás.