Despierta, sal de la inmensidad de sombras, barrotes que, a veces intangibles, interrumpen tu camino. Sombras más leves o más oscuras, sombras que pesan o que te envuelven, sombras a las que se acostumbra tu retina y, una vez dentro, se acomoda tu visión ¿no estás dentro de la luz? Los limites, reglas, normas, convenciones establecidas te han ido sometiendo desde el principio de tus días. No percibes los barrotes de la jaula porque en su amplitud te han acogido hasta el punto de hacerte sentir libre, te ha hecho creer que tú decides y eliges en el marco de los muros y barrotes invisibles. Tus sueños toman alas, escapan, toman el cielo y en oníricos movimientos lo llenan todo de misteriosas danzas de eso que otros llaman “Pájaros en la Cabeza”. Despierta, atraviesa las rejas, salta los muros, fuera hay luz, tú eres luz. La luz escapa por cualquier pequeño hueco, su fuerza es capaz de romper los muros más altos, la luz siempre marca el camino…. la luz es tu fuerza, tu libertad.