Un actor europeo se ganó el papel de villano en diversos filmes de cine de oro, además que enamoró a diversas estrellas y fue una figura de la Lucha Libre mexicana.
Hilda Krüger siempre quiso ser actriz y aunque logró su sueño, también llegó a México por encargo de los nazis que buscaban en el país un elemento necesario para la guerra.
Yolanda Yvone Montes Farrington, mejor conocida como Tongolele, ha olvidado los pasos que la convirtieron en una de las vedettes más importantes del mundo.
El cine dorado contiene cientos de historias llenas de tragedia, muchas de ellas lamentablemente sobre la muerte de estrellas que prometían una larga y exitosa carrera, como esta.
La Época de Oro del cine mexicano está cubierta por un velo de misterio y romanticismo al que no se han sustraído las descabelladas teorías sobre sus estrellas.
La artista no era creyente; el desamor y otros infortunios en la vida la llevaron a un trágico desenlace que dejó huella en los remanentes del Cine de Oro.
“La Chorreada” y el “Ídolo de Guamúchil” tuvieron una fuerte amistad detrás de cámaras, lo que habría llevado a que el actor sufriera un gran luto tras la muerte de su compañera.
El comediante y músico también pudo conocer de cerca a varias estrellas de la Época de Oro, una de ellas se convirtió incluso en una de sus mejores amigas.
“La Doña” y el periodista tuvieron varios encuentros que se caracterizaron por terminar en peleas porque ninguno de los dos permitió que el otro lo hiciera quedar mal frente al público.
Cuando el cómico y actor de la Época de Oro del cine mexicano falleció en 1955 rápidamente se formó la leyenda de su supuesto padecimiento de catalepsia.
Los artistas se conocieron desde que estaban comenzando su carrera artística en la radio; lo que en un principio fue compañerismo, se convirtió en un gran romance.
El “Ídolo de Guamúchil” era uno de los personajes más excéntricos que vivían en Cuajimalpa, Ciudad de México, pero siempre fue querido por sus vecinos.
La pareja de actores protagonizó cuatro películas juntos, entre ellas “Calabacitas tiernas”, “Soy charro de levita” y “No me defiendas compadre”, tres de los mejores trabajos del histrión.
El llamado “Charro Cantor” demostró que haría cualquier cosa con tal de desempeñar bien su trabajo como actor, incluso, se dispuso a deformar su rostro y cuerpo.
El “Charro Cantor” no brincó a la fama desde su debut, pues varios obstáculos se atravesaron en su carrera hasta que, después de años, le llegó la propuesta de la cinta que lo llevó al éxito internacional.
La actriz se encontraba en el mejor momento de su carrera, por lo que nadie se esperaba que una noticia así fuera publicada en una revista de renombre.
La actriz en varias ocasiones externó su admiración por el “Charro de Huentitán”, quien en un programa en vivo le pidió a “La Doña” una prenda que contenía mucho significado para ella.