¡Buenas noches Esperanza!La noche era limpida como la patena. El cielo, con su oronda y lechosa luna, cuajado de brillantes estrellas desplegaba toda su luz. La noche era calma y calurosa, y nos acogÃÂa en su seno, como sólo una madre sabe hacerlo. Desde aquàpodemos contemplar el firmamento, recorrerle, y fundirnos con él. Si por mi fuese, detendrÃÂa la noche.