Bluey está abrumada por todas las opciones en los mercados con sus cinco dólares del Ratoncito Pérez, pero cuando ella e Indy buscan la compra perfecta, gastarlos resulta difícil.
Es Navidad y Bluey está muy concentrado en ser bueno para recibir más regalos. Sin embargo, cuando un juego molesta a su prima, Bluey debe aprender la virtud de la bondad.
Cuando mamá va a un baby shower, papá queda a cargo de las niñas. Bluey extraña a mamá, por lo que papá debe hacer todo lo necesario para mantener a los niños entretenidos.
Bluey, Bingo y Mamá entablan un debate con Papá sobre la definición de burla. Cuando recuerdan todas las veces que él se ha burlado, Papá argumenta que solo estaba jugando.
Bluey acude a mamá en busca de consejos sobre cómo lidiar con vecinos molestos cuando su casa de juegos con cojines de sofá se ve amenazada por el enorme establo de animales de Bingo.
Un rápido paseo a las tiendas resulta difícil para papá, cuando Bingo y Bluey quieren jugar a un juego de Niños. Ahora Bluey es mamá, Bingo es su bebé y papá es un niño muy travieso.
Indy y Rusty no logran ponerse de acuerdo mientras juegan a la mamá y el papá. Indy tiene problemas para encontrar un nuevo compañero, y Rusty se encuentra en el papel de bebé con Bluey.
Bingo y Bluey tienen una pijamada en la casa de su primo y aprovechan la oportunidad para quedarse despiertos hasta tarde. Cuando Muffin llega muy cansada por no dormir la siesta, las chicas se divierten más de lo que esperaban.
Mamá y papá emprenden una aventura y deciden llevar a los niños como si fueran mochilas. Todo parece ir bien, hasta que se dan cuenta de que han perdido los pasaportes.
Bluey crea un zoológico en su patio trasero que presenta todo tipo de criaturas asombrosas, incluido el gran gorila azul papá. Cuando escapa, el cuidador del zoológico Bluey intenta localizarlo.
Mientras visita el vertedero, papá anuncia que es el mejor en todo. Sin embargo, cuando Bluey se entera de que papá tiró uno de sus viejos dibujos, comienza a dudar si es el mejor.